El hotel está perfectamente situado en la zona del puerto de Botafoch en Ibiza, a solo un vistazo de la playa de Talamanca.
Las habitaciones son descritas como un poco pequeñas pero agradables, cómodas, limpias y absolutamente suficientes. Están decoradas en tonos mellow de lavanda y chocolate, con vistas al mar Mediterráneo o a las montañas de Ibiza.
El restaurante del hotel sirve una cocina saludable con influencias asiáticas, latinoamericanas y europeas. La decoración es clásica, con muebles en tonos suaves y una iluminación suave.
El personal del hotel es altamente elogiado por su cálida bienvenida, atención impecable y disposición para ayudar en todo momento. Los huéspedes mencionan a varios miembros del equipo por su excelente servicio.
La vista desde las ventanas del hotel es descrita como simplemente increíble, con panorámicas de la ciudad y el puerto. Los huéspedes mencionan que independientemente del piso en el que se alojen, la vista es impresionante.