Se ofrece comida mediterránea, con productos frescos y locales, fusiones asiáticas y creatividad culinaria.
Lo que hace especial a este restaurante es el ambiente de Dalt Vila, la música de artistas callejeros, las reuniones con amigos y las conexiones espontáneas que se pueden disfrutar en una noche de verano ibicenca.
Este restaurante nace en 1985 cuando René y Úrsula decidieron establecerse en la encantadora calle de Santa Cruz en el casco antiguo de Ibiza. Después de casi 40 años, sus hijos Lisa y Louis continúan con el legado familiar.
Este restaurante se encuentra en el núcleo histórico de la ciudad de Ibiza, que es Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1999. Las calles empedradas que lo rodean son parte de la historia de la isla.
En la carta de este restaurante se destacan platos como el hojaldre de queso de cabra con tomillo y miel, el carpaccio de calabacín, el tataki de atún, las carnes a la plancha con acompañamientos de ensueño, así como una amplia selección de vinos españoles y franceses y una variedad de cócteles.