Es una pequeña cala muy bonita, accesible por escaleras, situada cerca de la famosa Cala Comte. A pesar de su tamaño reducido, tiene un encanto especial que la distingue.
La impresión de playa, las vistas, la gente, el ambiente y la sensación de felicidad y tranquilidad que se experimenta allí la convierten en un lugar especial para disfrutar.
Una de las mejores vistas que se pueden disfrutar en Ibiza, con la posibilidad de presenciar hermosos atardeceres. Además, el color del mar y la belleza natural del entorno son impresionantes.
La playa cuenta con una pequeña cafetería ubicada en la misma arena, lo que brinda la posibilidad de disfrutar de bebidas y snacks mientras se relaja en el lugar. Además, el acceso al agua es fácil y la visibilidad es excelente.
Los comentarios de los visitantes destacan la belleza de la cala, el buen ambiente y respeto que se respira en el lugar, así como la organización en el acceso y la amabilidad del servicio en el chiringuito. Recomiendan visitarla en temporada baja para evitar aglomeraciones y disfrutar plenamente de la experiencia.