La comida es muy buena, especialmente la paella. Los platos son verdaderamente mediterráneos y deliciosos.
El ambiente es fabuloso, con música maravillosa durante toda la tarde. El personal es atento y muy amable, lo que hace que la experiencia sea aún mejor.
El aparcamiento cuesta seis euros, pero al pagar te dan una cerveza o agua gratis. Es una ventaja que vale la pena aprovechar.
La vista es magnífica, lo que hace que la experiencia sea aún más especial. Es un lugar perfecto para disfrutar de lo exclusivo y quedar bien con amigos e invitados.
El personal es muy servicial y el chico que nos atendió fue muy amable. Siempre están dispuestos a ayudar y hacer que la experiencia sea inolvidable.